Como se ve en la portada, su autor es Alfredo Gómez Cerdá.
El libro trata de una joven llamada Margarita que vive feliz con sus padres y su hermano Adolfo, sin más preocupación que la comida, ya que no le gustan los filetes. Un día, estando con su familia viendo la televisión, ve que Jacobo, un chico de quince años ha sido secuestrado.
El profesor de su colegio manda que escriban una carta a mano y ella decide escribirla a la hermana de Jacobo para animarla, porque ha visto que lo está pasando muy mal. Así que localiza en un periódico su dirección y se la envía.
Como vemos en esta historia, los medios televisivos son muy importantes ya que, gracias a elos, Margarita conoce el caso y descubre la dirección de su nueva amiga.
Pasado un tiempo, Margarita percibe el mal humor de su padre al quedarse sin trabajo, algo que actualmente pasa en muchos hogares. Cuando descubre que va mucho al chalet de la sierra, su lugar preferido, empieza a preocuparse mucho porque cree que sus padres tienen que venderlo para poder vivir. Al final del libro, se da cuenta de que su padre ha sido el secuestrador de Jacobo, quién lo hizo para poder vivir con las comodidades que tenía cuando trabajaba y así no vender el chalet de la sierra. Además, considera injusto que algunos tengan mucho y otros tan poco.
El libro me ha gustado mucho ya que se aprecian muchos valores y actitudes frecuentes. La protagonista, piensa que hubiera sido preferible vender el chalet y decide animar a su padre a decir la verdad porque no es más importante tener más y ganar más, sino poner en práctica los valores morales y vivir feliz con ellos. En fin, que el dinero no debe ser lo primordial en la vida de las personas. Esta es una gran lección que todos deberían aprender. Además, tendríamos que ser como Margarita y ser justos, aunque la decisión nos entristezca. Porque, después de eso, su padre sería encarcelado