Todos queremos vernos bien, pero ¿qué es verse bien? Mucha gente tiene la opinión de que un cuerpo perfecto es aquel que muestra las costillas. Y los anuncios con los que nos bombardean no ayudan a que esta opinión cambie… ¿Existe un cuerpo perfecto? ¿Se consigue este con dietas milagro?
Lo bueno, si breve, dos veces bueno
Cuando la gente piensa en dietas, es esta la imagen que se le viene a la cabeza. Pasar hambre, sufrir estrés, que la salud se resienta, principio de depresión… Para ser milagrosas, arrasan, literalmente, con la persona. Unas prohíben ciertos alimentos, otras lo prohíben casi todo, y sin embargo, ¡todas funcionan!
La verdad sobre las dietas milagro
Las dietas milagro son peligrosas ya que solo ayudan a perder peso de forma temporal. Obviamente, al volver a los hábitos que se tenían antes de acometer la gesta, el peso vuelve y, con él, el malestar y las miradas de reojo al espejo.
Hay algunos mitos promovidos por estas dietas que están tan instaurados que casi parecen verdad. Que si los hidratos de carbono son malos, que si los lácteos son el demonio… Ni siquiera comer fruta después la comida parece estar permitido.
¿Se puede adelgazar sin dietas milagro?
La pregunta ofende. No solo se puede sino que es lo más sano, duradero y gratificante. Y no porque lo diga yo, que también me he documentado para este artículo. Si no me crees, y te sientes aventurero, haz la prueba. Ve al médico a que te haga una analítica antes de la dieta y otra después (solo es necesaria una semana de dieta antes de que el cuerpo empiece a resentirse seriamente) y convéncete.
¿Por dónde empiezo?
Si estás un poco perdido/a en esto de las dietas pero has tomado la firme decisión de ir a por todas, te recomendamos este libro. Seguro que os sentís identificados en más de una ocasión y os ayuda. A mí me ayudó a perder 10 kilos y a sentirme mucho más a gusto conmigo misma. Casi tanto como este señor, que puede servirnos como ejemplo a seguir cuando queremos mejorar algo tan importante para nosotros como nuestro cuerpo.