El perfume es una novela que retrata la vida marcada por la miseria y el rechazo desde el momento de nacer, del joven Jean Baptiste Grenouille, que comienza en una de las ciudades más hediondas del mundo, la ciudad de París en el siglo XVIII.
Grenouille nació con un “don”, un olfato increíblemente desarrollado, y una “condena”, la falta propia de olor corporal.
Este muchacho, incapaz de sentir amor, o de inspirar compasión o simpatía, descubre en una joven virgen, un aroma que jamás había sentido, tan embriagador que desata en él la necesidad de intentar rescatar y enfrascar ese aroma de la manera que sea.
La vida lo llevará a vivir con un famoso perfumista quien se aprovechará de él, y del que irá aprendiendo el arte de destilar aromas.
Da vida así, al asesino en serie despiadado que no va a parar de matar hasta lograr su cometido.
Asesinatos que serán descritos uno tras otro, por el autor con una habilidad escalofriante.
El autor narra la historia de Grenouille en varios capítulos desarrollados en escenarios diferentes, todos descritos al detalle.
En definitiva, la historia de un brutal asesino, del que casi nos apiadamos debido a su cruel historia personal de abandono y rechazo y su lucha por sobrevivir al medio que lo rodea.
Este libro me gustó, porque el autor llega a materializar el mundo de los olores; al cual es capaz de transportarnos desde el principio hasta el final, creando una atmósfera asfixiante pero a la vez necesaria de detalles.
El autor intenta hacernos reflexionar sobre eso «único y especial» que todos tenemos.
Describe la necesidad de todo ser humano, de ser amado alguna vez, pero lo describe desde un personaje despreciable como éste, describe de lo que podríamos ser capaces con tal de ser aceptados como iguales, sin importar nuestras diferencias.