EL ARTE DE LA GUERRA.

Trata de tácticas de guerra. Los esfuerzos que se dedican para comprender el arte de la guerra, y si esta guerra ocurre, como aplicar estos conocimientos para ganar.
El comandante que realiza estos planes meticulosos ganará al ejército que improvise en la guerra.
Por eso siempre tienes que tener la batalla planificada antes de entrar en guerra. Este libro da 7 recomendaciones que si realizan y se analizan, marcará la victoria o la derrota.
– ¿Cuál de los dos líderes de los estados en guerra recibe completo acuerdo y obediencia de su pueblo como para que lo sigan hasta la muerte?
– ¿Que general es más capaz?
– ¿Que bando tiene ventajas en el cielo y en la tierra, refiriéndose a circunstancias como el clima, las distancias que deben recorrerse, y el terreno?
– ¿Cuál bando ejerce una disciplina más estricta entre sus hombres?
– ¿Cuál bando tiene el ejército más poderoso?
– ¿Qué bando tiene oficiales y soldados mejor entrenados?
– ¿Cuál bando tiene mayor consistencia al ofrecer recompensas y castigos para reforzar la disciplina?
Compara a tu ejercito con el del oponente para saber cuáles son sus puntos débiles y poder realizar la estrategia.
Los estrategas más exitosos solo se enfrentan a batallas que saben que ganarán. Los fracasados se fijan solo en la lucha y una vez en ella comienzan a pensar en cómo podrían ganar.
Un luchador hábil evita las batallas que podría perder, por lo que nunca es derrotado. Pero hasta el mejor comandante no puede asegurar cuándo le sonreirá la victoria, pues debe esperar a que el enemigo cometa un error y le proporcione la oportunidad para una.
Un general exitoso sabe que para conseguir la victoria, existen cinco reglas esenciales:
– Debes saber cuándo pelear y cuándo abstenerte.
– Debes saber cómo combatir fuerzas superiores e inferiores a ti.
– Tu ejército debe tener un espíritu de lucha fuerte y uniforme basado en la disciplina.
– Debes luchar de tal manera que tú estés preparado mientras que el enemigo no lo esté.
– Debes tener la capacidad militar y libertad para comandar tus tropas sin la interferencia de un soberano.
La guerra es un problema de vida o muerte para el estado, y por tanto es necesaria una meticulosa planificación al conducir una batalla. Un general hábil elige pelear solo cuando sabe que la victoria está asegurada, así, nunca es derrotado. Impone su voluntad sobre el enemigo, engañándolo e irritándolo para hacer que cometa un error fatal.
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