Harry es un joven londinense de 10 años que vive con la única familia por parte de madre que le queda, ya que sus padres fallecieron en un terrible accidente, o al menos eso es lo que su entorno quiso que creyese.
Su familia, los Dursley, es odiosa, tiene a Potter viviendo en la alacena bajo la escalera y trata al chico como un exclavo, además de discriminarlo por ser un tanto especial, capaz de hacer cosas que no tienen explicación.
El día del 11 cumpleaños de Harry, empiezan a llegar cartas de manera exagerada y por todos los rincones de la casa para el chico, cartas que le otorgan la invitación al Colegio Hogwarts, de Magia y Hechicería, pues Harry Potter es un mago, y de los buenos, aunque el no de crédito.
A partir de aquí todo cambia para Harry, conoce a los que serán sus compañeros de aventuras y mejores amigos, Ron Weasley y Hermione Granger.
Conforme avanza el curso se dan cuenta de que hay algo que no cuadra en Hogwarts, alguien esconde algo, y muy bien, por lo que ha de tener muchísima importancia, pues es nada más y nada menos que la Piedra Filosofal, capaz de proporcionar la vida eterna, o devolversela a alguien extremadamente débil…
Finalmente los 3 chicos tendrán que investigar qué ocurre para llegar hasta el fondo de este asunto, en el que se verán inmiscuidos el mismísimo Lord Voldemort, enemigo de Harry y mago oscuro, y el señor Quirrel, misterioso profesor de defensa contra las artes oscuras…
Esta saga de libros es fascinante, la trama va aumentanto en dificultad y madurez a ritmo del lector, es decir, se nota como este primero es más sencillo que los posteriores, aunque eso no le quita el encanto, a lo que a mi parecer es, el inicio de una saga fabulosa de fantasía.