Una obra muy particular
Es una de las novelas de Stephenie Meyer, en concreto el primer libro de la autora que se sale de la saga de vampiros. Su género es fantasía y ciencia ficción, que nos lleva a una historia narrada en primera persona por las protagonistas de esta. Se puede decir que consigue meternos de lleno en su mundo. Es una novela que hace adentrar a aquel que la lee en una historia única sobre la persistencia del amor y la esencia de lo que significa ser humano.
No es una de sus mejores obras, aunque tampoco de las peores. Sin embargo, es un buen libro para entretenerse en el tiempo libre. Sobretodo si te gustan los libros con mucho contenido ya que este consta de 757 páginas nada menos.
No es un argumento que encontremos comúnmente en los libros de nuestro alrededor, pero no por eso significa que sea malo. Su historia nos hace plantearnos verdaderamente quiénes son los buenos o malos de una historia según la versión que nos cuenten. O, es más, nos hace reflexionar sobre si realmente existen buenos o malos completamente en una historia. Se podría decir que es una historia que nos hace ponernos en el lugar de aquel supuestamente malo y supuestamente bueno, y descubrir que no todas las cosas son blancas o negras. Al principio no atrae mucho a seguir leyendo, pero cuanto más avanzas más intriga tienes por saber lo que pasará y cómo se seguirá desarrollando la historia. Y aunque, en mi opinión, es un libro muy extenso que podría prescindir de algunas de sus páginas, si consigues centrarte en la historia podrás vivirla como si estuvieras dentro del libro.
A pesar de tener sus fallos, tiene muchos puntos buenos por los que os recomendaría darle una oportunidad, ya que, una vez que os metáis de lleno en la trama, no habrá quien os despegue del libro. Sólo hay que tener paciencia con el principio para después poder llegar a lo bueno de esta curiosa novela.
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