Sin apenas tiempo desde su libro anterior, nos encontramos con “Lo mejor de ir es volver” un libro que apunta a un aspecto contradictorio de vivir con sigo mismo. Desde el inicio Albert nos narra en un tono de confesión de una persona superviviente a las peores adversidades de la vida en la piel de la protagonista, Rosana. Haber sentido en su propia carne el paso por los hospitales en su juventud ha hecho que Albert Espinosa haya conseguido esa madurez temprana para saber que cada instante de esta vida debe ser valorado.
El libro está narrado en primera persona desde la perspectiva de nuestra protagonista y otro narrador que no desvelaremos para que lo descubráis por vosotros mismos. El lenguaje usado es sencillo y la lectura se hace muy amena, ya que el libro es corto con pequeños capítulos. «Lo Mejor de Ir es Volver» está lleno de amor, dolor, recuerdos, sentimientos… que transcurre en uno de los días más importantes para los catalanes, el día de Sant Jordi. En este libro no nos vamos a encontrar con muchos personajes, pero los podemos diferenciar fácilmente. Albert nos describe el cambio de sociedad a base de recuerdos de tal forma que podemos llegar a imaginarla y entender que el futuro de la historia puede llegar a suceder realmente.
Esta reseña es corta, pero el libro también lo es y no podemos desvelar la trama de la historia.
«Lo mejor de ir es volver» acaba con una frase que nos hace reflexionar: «Hay un día en la vida en que debes decidir si deseas tener la razón la tranquilidad.»