Memorias de una Geisha, la famosa novela de Arthur Golden publicada en 1997, fue un éxito mundial. Sin embargo, a día de hoy, está más de moda que nunca. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
EL AUTOR
El estadounidense Arthur Golden, uno de los propietarios del New York Times, siempre fue un amante de la cultura japonesa. La novela que le lanzó al estrellato, Memorias de una Geisha, no fue fruto de la casualidad. A Golden siempre le apasionó el arte y la cultura japoneseses y esta pasión le llevó a licenciarse en Historia del Arte y, posteriormente, a obtener una maestría en Historia del Arte Japonés.
Esta novela, que le permitió estar en la lista de bestsellers durante dos años, germinó tras entrevistar a varias geishas con la intención de crear una historia ficticia basada en las experiencias reales de sus protagonistas. El resultado de su trabajo de campo y su rica imaginación no deja indiferente a nadie. Y sobre todo enfrasca en una lectura casi compulsiva.
LA NOVELA: Memorias de una Geisha
La historia, se sitúa en el período entre la Primera y la Segunda Guerras Mundiales. Esta comienza con el padre de nuestra protagonista, Chiyo, y su hermana, Satsu, vendiéndolas a un traficante de mujeres. Chiyo termina en una okiya, casa en la que se entrena a las geishas en los diferentes artes de la sensualidad. Desafortunadamente, su hermana no corre la misma suerte y su destino es un burdel.
Es a partir de aquí, con el entrenamiento de Chiyo, donde nos adentramos en el mundo de las geishas. Pronto aprende que la prostitución se considera un arte, las apariencias son lo más importante y todo, hasta la dignidad, tiene un precio. Imposible, si eres mujer, no sentirte identificada con las decisiones, tragedias y lucha constante por encontrar su lugar en el mundo de una persona a la que ni siquiera se le permite conservar su propio nombre. Nace así la historia de Sayuri, la geisha de ojos grises, y su historia: Memorias de una Geisha.